Está
constituida por dos conductores (armaduras), uno interno y otro externo
separados por el cristal (dialéctrico). Al
comunicar a la armadura interna una carga eléctrica se incrementa
su capacidad por la atracción que ejerce la armadura externa. Cuando
agarramos la botella por la armadura externa, nuestro cuerpo aumenta la
capacidad de los conductores.
Las botellas de Leyden representadas en el dibujo, son una de cristal
y la otra de plástico, en las que se ha recubierto parte del interior
y su correspondiente exterior con papel de estaño. La lámina
interna, en cada una de ellas comunica con el exterior por medio de una
varilla de cobre. Los terminales son tiradores esféricos de latón.
Diversos
experimentos
Incorporada
la Botella de Leyden a las máquinas electrostáticas, los
experimentos y demostraciones siguieron funcionando con resultados más
espectaculares y llamativos.
Entre
otros:
"La propiedad de las puntas" estudiada por Benjamín Franklin
(1706-1790) que se hace patente en el "Molinete eléctrico".
Es el molinete, metálico y con radios que
terminan en punta y en forma de “L”,
las puntas facilitan el escape de la electricidad, cuyos electrones cargan
los átomos del aire produciendo repulsión, por "electricidad
del mismo signo" haciendo girar al “Molinete”.
"Fenómenos
de atracción y repulsión" como los de la "Esfera
eléctrica". Dentro de esta esfera por medio de un conductor
se electrizan los elementos interiores, que son repelidos con gran energía,
chocando unos con otros.
No solamente el público estaba intrigado por lo que observaba,
los investigadores estaban convencidos de la importancia de lo que tenían
entre manos y perseguían incansables, en un avance imparable abriendo
nuevos horizontes. |