Galileo
empleó el plano inclinado para calcular la Fuerza de la Gravedad
o Atracción Terrestre, posteriormente se idearon diversos dispositivos
mecánicos para tal fin, uno de ellos de finales del siglo XVIII,
es del inglés George ATWOOD (1746 - 1807), profesor de física
en Cambridge.
Al no poder medir los espacios y los tiempos relativos a los cuerpos
en caída libre debido a su velocidad y perturbaciones, la máquina
de Atwood consigue atenuar la caída conservando la proporcionalidad,
así, se pueden hacer, las mediciones necesarias para averiguar
la aceleración que adquiere por unidad de tiempo un cuerpo que
cae libremente, o sea, la medida de la “gravedad”.
Máquina de Atwood y su Fórmula
En
la Máquina de Atwood, dos pesos iguales cuelgan en equilibrio,
de los extremos de un fino hilo, que pasa por una polea de escaso rozamiento.
Intencionadamente se rompe el equilibrio con la adición a uno
de estos pesos, de otro peso pequeño, que pone en movimiento
el sistema. Conociendo la distancia recorrida, el tiempo y los valores
de los pesos podemos establecer la formula que nos da la gravedad.

Siendo:
“M” = pesos mayores, “m” = peso pequeño,
“a” = aceleración correspondiente a los pesos en
uso, de la maquina, “g” es el término a averiguar
e igual a la gravedad.