Léon
Foucault (1819-68) fue el constructor del giróscopo, que confirma
la primera ley de Newton, que dice: “Un cuerpo tiende a continuar
es su estado de reposo o movimiento uniforme si no está sometido
a fuerzas externas”.
Foucault buscaba sistemas inerciales independientes de las fuerzas centrifuga
y centrípeta de la tierra para demostrar la rotación de
la misma.
Constituido
el disco de inercia por una masa en forma de cilindro, montado sobre un
eje cardán, una vez que se le dota de movimiento rotatorio se produce
la “inercia giroscópica” que tiende a conservar la
precesión o inclinación del eje. Aun que se mueva la base
que lo soporta conserva su posición.
En la actualidad se sigue utilizando para determinar las rutas de navegación
en naves espaciales, barcos, aviones etc. El
presente disco de inercia del giroscopo está montado en el centro
del sistema cardán, del que forma parte, en un eje, cuyos extremos
terminan en puntas apoyadas en cazoletas, lo mismo que el resto de ejes
del múltiple sistema cardan de este aparato. Un tornillo superior
regula el rozamiento del último eje.
El giroscopio se ha hecho mayoritariamente de aluminio con piezas y tornillos
de RECICLAJE.